En algunos lugares de trabajo hay requisitos muy estrictos, pero en un fábrica China se volaron la barda, como se dice comúnmente. Y es que sus reglas son tan estrictas que los obreros han protestado, por ejemplo, sólo tienen permitido dos minutos para ir al baño y entonces regresar a su puesto de trabajo, también les impondrían multas de 50 yuanes (ocho dólares) si llegan tarde una vez y serían despedidos si llegan tarde dos veces.
Los trabajadores no se han quedado con los brazos cruzados, retuvieron un día y medio a 10 gerentes japoneses y ocho chinos. No sufrieron daños físicos y fueron soltados una vez que llegaron 300 policías a la fábrica. Y es que las reglas son tan ridículas que ellos exigen que se les cancelen. Los gerentes aceptaron considerar esas nuevas reglas. ¿Te puedes imaginar?
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